Por la noche, continúa con la obsesión de toda la vida de su padre: recolectar artefactos y estudiar la cultura nativa que una vez prosperó en el área.
 
En su trigésimo séptimo cumpleaños, Leonie descubre una momia que sobresale de la orilla del río que bordea su propiedad, una momia que, según todas las pruebas, no debería existir. Mientras Leonie busca respuestas sobre los orígenes de la momia, comienza a sentir una conexión mística que desafía toda lógica. La sensación de Leonie de que las fuerzas de otro mundo están trabajando solo crece cuando la noticia del increíble descubrimiento trae al hijo perdido de Junius, Daniel, a su puerta. A su llegada inesperada, un anciano nativo insiste en que Leonie use un brazalete especial de concha para protegerse. Pero ¿protección de quién? ¿La momia o, quizás, Daniel?
 
Leonie siempre ha sido una buena hija y una buena esposa, pero, por primera vez, estos roles no parecen ser suficientes. Encontrar a la momia lo ha cambiado todo, y ahora Leonie debe decidir si tiene el coraje de dejar de lado las expectativas de los demás para ser la mujer que estaba destinada a ser.